¡Muchas gracias a la editorial y a Babelio por el ejemplar!

Es un cuento para niños un tanto peculiar. 

Nuestro protagonista es un niño-hoja, tan delgado como un folio, que es mecido por el viento. Debido a ello viaja a muchos lugares y nosotros le acompañaremos. Pero además le acompañará también sus amigos que son como él.

Me ha gustado la parte en la que descubrimos nuevos lugares en la Tierra (Alaska, Francia, Australia, Japón...) y sobre todo las curiosidades de cada país (cosas que ni sabía y me han gustado descubrir). Es muy interesante aunque me ha faltado alguna moraleja bonita de la que aprender. El final tampoco me ha entusiasmado porque básicamente hace hincapié en que son "raros" y por una parte me ha parecido como algo triste.

La historia en sí es bonita, original y muy distinta de lo que se suele leer.

Lo que me ha llamado la atención ha sido encontrarme con algunos errores ortográficos. Pienso que debieron prestarle más atención a esos fallos, pues es un libro para niños y además es muy corto (es difícil que se pase por alto algo así).

En cuanto a las ilustraciones no han sido del todo de mi agrado: los ojos de los niños (tan grandes y abiertos) parecen asustados y no me transmiten alegría. Casi todas las escenas son muy oscuras y le otorgan al cuento algo así como frialdad y tristeza. Exceptuando una escena en la que los niños están tumbados sobre la hierba (esa ha sido mi preferida), las demás ilustraciones son muy oscuras.

En general es un libro que ha captado mi atención pero no ha llegado a llenarme del todo.

"Un cuento distinto y original que nos lleva a muchas partes del mundo."